martes, 11 de septiembre de 2012

Dejándome ir.

Hace un par de semanas supe que en mi cafetería favorita en Bologna estaban contratando jóvenes menores de 25 años con 2 idiomas como mínimo. Este café tiene muchísimo éxito entre los estudiantes de la ciudad, famoso por su concepto estilo Starbucks y ubicación en la zona universitaria. Mandé mi CV lleno de estudios pero sin experiencia laboral, con tres idiomas y mucho entusiasmo.  Me contactaron una semana después (yo ya me había resignado a la no-respuesta).

Fue mi primera entrevista de trabajo. Nada demasiado serio. Me preguntaron acerca de qué hacía en Bologna, qué estudiaba, por qué creía yo que podría trabajar ahí y demás preguntas del estilo. Pocas veces en mi vida había estado tan nerviosa y mis nervios provocaron que dijera tonterías de muchos tipos o que hablara sin parar. Sabía que no me llamarían para la "segunda etapa de selección".

Durante ese día me sentí triste porque realmente quería trabajar y más aún en un lugar que me gusta. No porque lo necesite ni porque quiera dejar de estudiar. Más bien porque quiero intentar cosas nuevas, entretenerme y ser parte de algo que me gusta, además de conocer gente y tener una rutina diferente. Me sentía mal, realmente quería el trabajo y lo había arruinado. No lograba concentrarme en nada de lo que hacía o lo que hacía, salía mal. Pero ese día en la noche decidí leer el Tao y después de leer varios pasajes llegué a esto:

"The Universe is sacred
you can not improve it.
Try to change it: you will ruin it.
Try to hold it: you will lose it.

So sometimes things are ahead and
sometimes they are behind.
Sometimes breathing is hard,
sometimes it comes easily.
Sometimes there is strength,
sometimes there is weakness.
Sometimes one is up,
sometimes one is down.

That is the way of the Universe.
Just let go."

"El universo es sagrado,
no lo puedes mejorar.
Intenta cambiarlo: lo arruinarás.
Intenta sostenerlo: lo perderás.

Así que a veces las cosas están enfrente y
a veces están atrás;
A veces respirar es difícil,
a veces es sencillo;
A veces te sientes fuerte,
a veces no tanto;
A veces estás arriba,
otras abajo.

Así es el universo.
Déjate ir."








Y entonces pensé que es muy, muy cierto. Quizás me llamarían para la segunda etapa, quizás no. Pero mi felicidad no debe depender de eso, pues si ello no sucede no significa que yo no sea capaz, que sea inferior o que el resto de las cosas serían sólo un plan B porque el plan A era conseguir el trabajo. No. Me di cuenta de lo sencillo que es simplemente dejarse ir. Saber que yo estoy bien me llamen o no, trabaje o no. Todo sucederá a su tiempo y lo mejor viene cuando dejas de esperar, cuando te dejas fluir. Entonces dejé de preocuparme y no pensé más en eso.

¿Y qué pasó? Sí me llamaron para la segunda etapa.

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